Diez extraordinarias diferencias entre una persona APASIONADA y una persona APASIONANTE
Por:
Milenka Peña
www.milenka.org
En un articulo anterior hablé de que la pasión, por tratarse de un sentimiento intenso, podría llevarnos a cometer errores y poner en riesgo nuestra familia, trabajo, finanzas y reputación. Dijimos que lo que pasa es que las personas apasionadas podrían estar apasionadamente equivocadas.
El reto que había planteado, y que es la premisa central de mi libro, es el siguiente:
Deja de ser una persona simplemente apasionada, y conviértete en una persona apasionante.
Tal vez tu primera reacción sea preguntar: ¿pero acaso no es lo mismo?
No lo es.
Existen grandes diferencias:
Una persona apasionada es emocional.
Una persona apasionante es emocionante.
Una persona apasionada busca inspiración.
Una persona apasionante inspira.
Una persona apasionada quiere influencia.
Una persona apasionante influye.
Una persona apasionada busca algo interesante.
Una persona apasionante interesa.
Una persona apasionada es exigente.
Una persona apasionante es excelente.
Una persona apasionada se centra en percepciones.
Una persona apasionante se centra en principios.
Una persona apasionada persigue ideas.
Una persona apasionante persigue ideales.
Una persona apasionada actúa por reacción.
Una persona apasionante actúa por convicción.
Una persona apasionada aviva el fuego.
Una persona apasionante enciende una llama.
Una persona apasionada busca una causa.
Una persona apasionante causa una búsqueda.
Si comprendes y aplicas estas diferencias, tú puedes convertirte en alguien que inspira con su vida, que emociona con sus proyectos, que interesa con sus puntos de vista, que influye con sus convicciones, que cautiva con sus ideales, y que enciende la llama de un legado que perdure más allá de su propia existencia.
Valora lo que más importa y vive una vida apasionante.
Por:
Milenka Peña
www.milenka.org
En un articulo anterior hablé de que la pasión, por tratarse de un sentimiento intenso, podría llevarnos a cometer errores y poner en riesgo nuestra familia, trabajo, finanzas y reputación. Dijimos que lo que pasa es que las personas apasionadas podrían estar apasionadamente equivocadas.
El reto que había planteado, y que es la premisa central de mi libro, es el siguiente:
Deja de ser una persona simplemente apasionada, y conviértete en una persona apasionante.
Tal vez tu primera reacción sea preguntar: ¿pero acaso no es lo mismo?
No lo es.
Existen grandes diferencias:
Una persona apasionada es emocional.
Una persona apasionante es emocionante.
Una persona apasionada busca inspiración.
Una persona apasionante inspira.
Una persona apasionada quiere influencia.
Una persona apasionante influye.
Una persona apasionada busca algo interesante.
Una persona apasionante interesa.
Una persona apasionada es exigente.
Una persona apasionante es excelente.
Una persona apasionada se centra en percepciones.
Una persona apasionante se centra en principios.
Una persona apasionada persigue ideas.
Una persona apasionante persigue ideales.
Una persona apasionada actúa por reacción.
Una persona apasionante actúa por convicción.
Una persona apasionada aviva el fuego.
Una persona apasionante enciende una llama.
Una persona apasionada busca una causa.
Una persona apasionante causa una búsqueda.
Si comprendes y aplicas estas diferencias, tú puedes convertirte en alguien que inspira con su vida, que emociona con sus proyectos, que interesa con sus puntos de vista, que influye con sus convicciones, que cautiva con sus ideales, y que enciende la llama de un legado que perdure más allá de su propia existencia.
Valora lo que más importa y vive una vida apasionante.
Basándote en lo que acabas de leer, ¿eres una persona APASIONADA o una persona APASIONANTE?