Escuché una vez frase que decía: "Para quienes tienen hijos, los días son largos, pero los años son cortos" La verdad, me llegó al corazón, y tal vez tu también te sientes identificado. ¿No te parece que a veces es tan fácil dejarnos llevar por el trajín de la vida, y descuidar lo que realmente vale la pena?
Recuerdo como si fuera ayer cuando mis dos niños eran unos bebitos, y sus pequeños problemas eran sencillos de resolver, aunque a veces terminaba exhausta al concluir el día. Pero en lo que parece un un abrir y cerrar de ojos, mis “pequeñitos” ya están más altos que yo y en su camino para emprender su propia aventura de la vida.
Dependiendo de tu edad, tal vez tú también puedes evocar con una sonrisa las anécdotas y situaciones que forman parte de verlos crecer, como sus primeras palabras, los primeros pasitos o el primer día de escuela. O si eres más joven, quizás estés pasando precisamente por experiencias similares.
No importa en qué etapa de la vida te encuentres... no dejes que los afanes de la vida te roben preciosos momentos, y trata de disfrutar al máximo cada instante. Recuerda que para un niño, un tiempo de calidad significa también cantidad.
Recuerdo como si fuera ayer cuando mis dos niños eran unos bebitos, y sus pequeños problemas eran sencillos de resolver, aunque a veces terminaba exhausta al concluir el día. Pero en lo que parece un un abrir y cerrar de ojos, mis “pequeñitos” ya están más altos que yo y en su camino para emprender su propia aventura de la vida.
Dependiendo de tu edad, tal vez tú también puedes evocar con una sonrisa las anécdotas y situaciones que forman parte de verlos crecer, como sus primeras palabras, los primeros pasitos o el primer día de escuela. O si eres más joven, quizás estés pasando precisamente por experiencias similares.
No importa en qué etapa de la vida te encuentres... no dejes que los afanes de la vida te roben preciosos momentos, y trata de disfrutar al máximo cada instante. Recuerda que para un niño, un tiempo de calidad significa también cantidad.